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Tema: El reino de Dios | Fecha: 60 d.C. | Autor: Mateo (Levi) | Lugar: Palestina

San Mateo 25

Parábola de las diez vírgenes

1 - Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

2 - Cinco de ellas eran prudentes y cinco insensatas.

3 - Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite;

4 - mas las prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas.

5 - Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron.

6 - Y a la medianoche se oyó un clamor: ¡Aquí viene el esposo; salid a recibirle!

7 - Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas.

8 - Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan.

9 - Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras mismas.

10 - Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta.

11 - Después vinieron también las otras vírgenes, diciendo: ¡Señor, señor, ábrenos!

12 - Mas él, respondiendo, dijo: De cierto os digo, que no os conozco.

13 - Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir.

Parábola de los talentos

14 - Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes.

15 - A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

16 - Y el que había recibido cinco talentos fue y negoció con ellos, y ganó otros cinco talentos.

17 - Asimismo el que había recibido dos, ganó también otros dos.

18 - Pero el que había recibido uno fue y cavó en la tierra, y escondió el dinero de su señor.

19 - Después de mucho tiempo vino el señor de aquellos siervos, y arregló cuentas con ellos.

20 - Y llegando el que había recibido cinco talentos, trajo otros cinco talentos, diciendo: Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros cinco talentos sobre ellos.

21 - Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

22 - Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos.

23 - Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

24 - Pero llegando también el que había recibido un talento, dijo: Señor, te conocía que eres hombre duro, que siegas donde no sembraste y recoges donde no esparciste;

25 - por lo cual tuve miedo, y fui y escondí tu talento en la tierra; aquí tienes lo que es tuyo.

26 - Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente, sabías que siego donde no sembré, y que recojo donde no esparcí.

27 - Por tanto, debías haber dado mi dinero a los banqueros, y al venir yo, hubiera recibido lo que es mío con los intereses.

28 - Quitadle, pues, el talento, y dadlo al que tiene diez talentos.

29 - Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.

30 - Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.

El juicio de las naciones

31 - Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,

32 - y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

33 - Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

34 - Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

35 - Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis;

36 - estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí.

37 - Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber?

38 - ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos?

39 - ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti?

40 - Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.

41 - Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

42 - Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber;

43 - fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis.

44 - Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?

45 - Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis.

46 - E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.