Él te ha dicho lo que es bueno y lo que el Señor requiere de ti; sólo que hagas justicia y que ames la misericordia y te humilles delante de tu Dios.
Miqueas, como otros profetas como Oseas y Amós, proclamó un mensaje de juicio a un pueblo que seguía haciendo el mal. Presenta sus tres oráculos o ciclos de muerte y esperanza como si estuviera en un tribunal. Todo mensaje (principalmente al reino del sur de Judá, pero también al reino del norte) comienza con una invitación a "escuchar".
El libro comienza con el juicio de la infidelidad de Israel y termina con un enfoque en el intento del Señor de cumplir la promesa incondicional que hizo a Abraham y Jacobo hacia Israel.
"Escucha a todas las naciones." Miqueas llama a todas las naciones a la "corte" para escuchar el testimonio contra Samaria y Jerusalén, las capitales de los reinos del norte y del sur, sobre la opresión de los pobres, la hipocresía de los líderes nacionales y religiosos y las falsas palabras de los falsos profetas. El pueblo no vive según el plan de Dios.
"Escucha ahora a los príncipes de Jacob." Miqueas primero se dirige a los líderes corruptos de Israel, quienes deben ser conscientes de la injusticia. Su comportamiento hacia los pobres, sin embargo, se compra con la carnicería de animales. Pero Miqueas también mira proféticamente hacia el futuro glorioso y habla del "Reino Mesiánico" que se levantará con la venida del Mesías, Jesucristo, quien vengará a todos los falsos y traerá bendiciones espirituales.
"Escuchad, montañas.... "La demanda de Jehová". Miqueas reprende al pueblo de Dios por su ingratitud y por abandonar las prácticas que les dio. También les recuerda que la confesión y el arrepentimiento llevarán al cumplimiento de todas las promesas del Señor.
Fuente: Guia bíblica esencial (JIM GEORGE)