Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús.
Después de escribir 1 Corintios, Pablo planea quedarse un poco mas en Éfeso antes de ir a Corinto. Sin embargo, su estancia se ve truncada debido a los disturbios de los comerciantes por los efectos que el cristianismo tiene en la venta de ídolos. Pablo envía a sus jóvenes discípulos. Tito y Timoteo, por delante para averiguar qué efectos tienen las exhortaciones en los creyentes corintios. Cuando el apóstol va de viaje hacia allí. Tito se reúne con el y le cuenta que los corintios se han arrepentido de haberse resistido a Pablo y sus enseñanzas.
Con gran gozo, pero lleno de preocupación por las nuevas amenazas y las actitudes de rebeldía, Pablo escribe esta segunda carta.
El testimonio personal de Pablo
La segunda carta de Pablo a los corintios es una defensa de sus vida y ministerio, que algunos habían cuestionado. Da las gracias a Dios por ayudarle a superar los malos momentos y darle tantas alegrías.
También reflexiona sobre la increíble oportunidad que tienen los cristianos de ser los representantes de Cristo en el mundo.
La naturaleza del ministerio cristiano
Pablo entra en una amplia defensa de su ministerio, señalando el fruto que este ha dado -muchos convertidos- como credencial de su ministerio y la evidencia del llamamiento que Dios le ha dado en la vida. Glorifica el poder dador de vida del evangelio capaz de transformar los corazones y aportar autentica libertad espiritual.
Pablo anima a los creyentes a que, aunque pasen por momentos de sufrimiento a causa del evangelio, no tengan miedo a la muerte porque esta no es el final. Dice que la naturaleza del autentico ministerio es que este motivado por el amor de Cristo, sus acciones sean intachables, y su estilo de vida sea puro.
La gloria del ministerio cristiano
Al escribir las noticias que trae Tito del arrepentimiento de los corintios, Pablo se lanza a la discusión mas larga del Nuevo Testamento sobre los principios y la practica de dar ofrendas para apoyar los ministerios. También utiliza la autoridad que Dios le ha dado, sus conocimientos, sufrimientos, visiones y milagros como credenciales, para instar a la rebelde minoría de Corinto a arrepentirse para no tener que ser demasiado severo cuando llegue allí en persona.
Fuente: Guia bíblica esencial (JIM GEORGE)