Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo.
Una de las iglesias primitivas mas prominente era la iglesia de Éfeso. Pablo la fundo y paso allí tres años enseñando a sus miembros. Ahora, unos seis o siete años después, el está prisionero en Roma esperando un juicio ante el Cesar. Mientras espera, escribe esta carta. A diferencia de otras cartas suyas, no esta escrita para hablar de alguna herejía o de un problema específico en una iglesia.
Efesios es una carta de ánimo. En ella Pablo describe la naturaleza de la iglesia, que no es una organización, sino un organismo vivo; el Cuerpo de Cristo. Después anima a los lectores a funcionar como el Cuerpo vivo de Cristo en la tierra.
La poderosa bendición en Cristo
Pablo comienza su epístola con una destacable lista de bendiciones espirituales que todos los creyentes han recibido. Los que creen en Cristo han sido elegidos por Dios, redimidos por Cristo y reciben una herencia celestial a través de Él. Han sido adoptados, redimidos, se les ha dado gracia y han recibido la ciudadanía. A través del poder del Espíritu Santo, pueden experimentar la plenitud de la vida en Cristo. Cada creyente es una parte del Cuerpo de Cristo, la Iglesia.
Dios esta transformando a su pueblo en un templo en el que morar. Pablo ora para que sus lectores reciban entendimiento espiritual para que pueden percibir lo que es de hecho su posición en Cristo.
El poder para vivir
Pablo pasa ahora de enfatizar la doctrina en los tres primeros capítulos a sentarse en los tres últimos, en el deber y en como debe ser llevado a cabo. Pablo explica que, mediante el poder del Espíritu, los creyentes tienen que deshacerse de sus viejo yo y vivir según su nuevo yo. Este admirable camino de amor conduce a un modo de vida santo, ya que los cristianos se convierten en imitadores de Dios. De eso se trata estar lleno del Espíritu.
El poder para amar y trabajar
De la misma manera que Cristo amo a su Iglesia, los esposos tienen que amar a sus esposas, y las esposas deben someterse de buen grado al liderazgo piadoso de sus esposos. La vida en Cristo significa también que los hijos deben obedecer a sus padres, y los padres conducir a sus hijos con amor y discernimiento.
Finalmente, los esclavos tienen que someterse a sus empleadores, haciendo su trabajo como si estuvieran trabajando para Cristo. Pablo no omite a los amos a los jefes, sino que los anima a liderar adecuadamente, sabiendo que el dueño final es Jesucristo.
El poder para la batalla
Cuando los creyentes caminan en Cristo, se pueden encontrar con la oposición del enemigo de las almas: el diablo. Sin embargo, tienen armas que Dios les ha proporcionado para utilizarlas en contra de las tentaciones y los ataques. Estas herramientas son de naturaleza espiritual, no física. Son la fe, la oración y la Palabra de Dios. Con estas armas espiritual, los cristianos pueden luchar en la batalla de la vida y ¡salir victorioso!
Fuente: Guia bíblica esencial (JIM GEORGE)