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Tema: Bendiciones a través del sufrimiento | Fecha: 2000-1800 a.C. | Autor: Desconocido | Lugar: Tierra de Uz

Job 19

Job confía en que Dios lo justificará

1 - Respondió entonces Job, y dijo:

2 - ¿Hasta cuándo angustiaréis mi alma, Y me moleréis con palabras?

3 - Ya me habéis vituperado diez veces; ¿No os avergonzáis de injuriarme?

4 - Aun siendo verdad que yo haya errado, Sobre mí recaería mi error.

5 - Pero si vosotros os engrandecéis contra mí, Y contra mí alegáis mi oprobio,

6 - Sabed ahora que Dios me ha derribado, Y me ha envuelto en su red.

7 - He aquí, yo clamaré agravio, y no seré oído; Daré voces, y no habrá juicio.

8 - Cercó de vallado mi camino, y no pasaré; Y sobre mis veredas puso tinieblas.

9 - Me ha despojado de mi gloria, Y quitado la corona de mi cabeza.

10 - Me arruinó por todos lados, y perezco; Y ha hecho pasar mi esperanza como árbol arrancado.

11 - Hizo arder contra mí su furor, Y me contó para sí entre sus enemigos.

12 - Vinieron sus ejércitos a una, y se atrincheraron en mí, Y acamparon en derredor de mi tienda.

13 - Hizo alejar de mí a mis hermanos, Y mis conocidos como extraños se apartaron de mí.

14 - Mis parientes se detuvieron, Y mis conocidos se olvidaron de mí.

15 - Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; Forastero fui yo a sus ojos.

16 - Llamé a mi siervo, y no respondió; De mi propia boca le suplicaba.

17 - Mi aliento vino a ser extraño a mi mujer, Aunque por los hijos de mis entrañas le rogaba.

18 - Aun los muchachos me menospreciaron; Al levantarme, hablaban contra mí.

19 - Todos mis íntimos amigos me aborrecieron, Y los que yo amaba se volvieron contra mí.

20 - Mi piel y mi carne se pegaron a mis huesos, Y he escapado con sólo la piel de mis dientes.

21 - ¡Oh, vosotros mis amigos, tened compasión de mí, tened compasión de mí! Porque la mano de Dios me ha tocado.

22 - ¿Por qué me perseguís como Dios, Y ni aun de mi carne os saciáis?

23 - ¡Quién diese ahora que mis palabras fuesen escritas! ¡Quién diese que se escribiesen en un libro;

24 - Que con cincel de hierro y con plomo Fuesen esculpidas en piedra para siempre!

25 - Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo;

26 - Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;

27 - Al cual veré por mí mismo, Y mis ojos lo verán, y no otro, Aunque mi corazón desfallece dentro de mí.

28 - Mas debierais decir: ¿Por qué le perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.

29 - Temed vosotros delante de la espada; Porque sobreviene el furor de la espada a causa de las injusticias, Para que sepáis que hay un juicio.